¡Sobrinos! Así se Elige un Buen Proveedor para su Tiendita
Miren, chamacos, si tienen su tiendita de abarrotes y quieren que prospere como los tamales en la fiesta del pueblo, necesitan buenos proveedores. Porque si no, van a andar como el Chapulín Colorado: sin saber qué hacer y con el inventario más flaco que taco sin carne. ¡Pongan atención y apunten bien estos tips!
1. No todo lo que brilla es oro, chequen la calidad
Hay proveedores que te venden cada chulada de productos… hasta que los abres y resultan más falsos que el amor de telenovela. Siempre pidan muestras y revisen bien, porque si su mercía es chafa, la clientela no vuelve ni con oferta de 3×1.
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2. El que paga manda, pero el que negocia, gana
No se vayan con el primer precio que les den. Comparen con varios, regateen bonito (sin pasarse de lanza) y busquen uno que les eche la mano con descuentos por volumen o plazos de pago flexibles. ¡No sean como el Chavo con su torta de jamón, hay que buscarle lo mejor!
3. Puntualidad, que no nos dejen como novia de rancho
Si un proveedor dice que llega el miércoles y aparece hasta el sábado, ¿de qué sirvió? Mejor busquen a los cumplidores, esos que les traen la mercancía derechito y sin excusas. Un abarrotero sin stock es como una tortillería sin masa: ¡pura tristeza!
4. Servicio al cliente, que no los dejen hablando solos
Hay proveedores que cuando les marcas, parece que estás pidiendo fiado porque ni te contestan. Mejor busquen a los que atiendan bien, resuelvan broncas rápido y si algo sale mal, no los dejen como el perro arrepentido: con la cola entre las patas.
5. Que tengan variedad, porque nadie quiere un menú aburrido
Si su proveedor solo maneja tres cositas y ustedes necesitan surtido rico y variado, mejor busquen otro. ¿A poco una taquería solo vende tacos de frijol? ¡No, mi gente! Hay que tener de todo para que la clientela siempre encuentre lo que busca.
6. Experiencia mata improvisación
No se dejen engañar por charlatanes que apenas empezaron y ya quieren vender como grandes empresarios. Chequen que el proveedor tenga experiencia, buena reputación y no vaya a desaparecer de un día para otro.
7. Beneficios extra, porque a nadie le cae mal un pilón
Si un proveedor les ofrece descuentos, publicidad para su tienda o algún beneficio extra, agárrenlo como si fuera billete de lotería premiado. Esos detallitos marcan la diferencia y les pueden ayudar a vender más.
Chamacos, un buen proveedor es como un compadre fiel: siempre está cuando lo necesitas, te ayuda a que tu negocio crezca y nunca te deja tirado. ¡Pónganse truchas y escojan con sabiduría para que su tiendita sea la más surtida del barrio!