¡Sobrinos! Aquí les van unas estrategias para atraer clientes sin gastar dinero en publicidad. ¿A poco no es bonito cuando tu tiendita se empieza a llenar nomás por el puro chisme del bueno? Pues les traigo las mejores mañas (de las legales, ¿eh?) pa’ que la gente llegue solita a comprar sin que tú tengas que andar gritando como merolico.
Haz que hablen de ti... pero bien, ¿eh?
No hay publicidad más chida que un cliente diciendo: “¡Ay, cómo me atiende de bonito Don Cheto!”. Pa’ lograr eso, ponte las pilas con detallitos que hacen la diferencia:
Regálale una paletita al chamaco que viene con su mamá.
Ten un producto raro que nadie más tenga en la colonia: el refresco de piña ese que ya no se consigue o esas papitas que pican machín.
Y, ¡por el amor de Chespirito!, sonríe y aprende los nombres. Nada como un “¡Ya llegó Don Pancho! ¿Lo de siempre?” pa’ amarrar clientela.
Arma un chisme que beneficie: el referido
Esto está más bueno que el café de olla de la tía Toña. Si un cliente te trae a uno nuevo, dale su premio: un refresquito, un descuento, ¡o échalo a la rifa del mes!
Haz un cartelito: “Trae un compa y GANA”. ¡Verás cómo corren con la voz más rápido que el Chavo con su torta de jamón!
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Haz equipo con los vecinos (sin pelearse, ¿eh?)
Acá entre nos, los demás changarros de la cuadra no son competencia… ¡son aliados! Habla con el de la ferretería, la tortillería o el que vende jugos y échense la mano:
Él da un cupón pa’ tu tienda, tú recomiendas los mejores clavos de la zona.
Juntos hacen promos de combo: compra allá y te llevas una promo acá. ¡Pum! ¡Ganamos todos, como en equipo de barrio!
Las historias que hacen llorar (pero de emoción)
Cuando un cliente diga algo bonito de tu servicio, ¡no seas gacho! Escríbelo y pégalo:
“Desde que Don Cheto vende recargas, ya no me lanzo hasta la avenida. Me salvó las piernas, el tiempo y el aguinaldo.”
Y si puedes, súbelo al grupo de Facebook de la colonia o en tus estados de WhatsApp. Eso sí es publicidad buena, bonita y barata.
Dale su premio al que más te recomienda
¿Ubicas ese cliente que cada que puede te echa porras? Pues sorpréndelo, sobrino:
Una bolsita con botana.
Un letrerito de “cliente VIP”.
O una simple notita que diga “¡Gracias, campeón!”
Hazle saber que tú sí valoras la buena onda. ¡Eso los hace volver como mosquitos a la luz!
No ocupas millones ni anuncios de televisión. Con detalles, buena vibra y servicio de lujo, tu tienda se convierte en LA TIENDA.
Y ya tú sabes: un cliente feliz es mejor que un anuncio de telenovela. Estas estrategias para atraer clientes sin gastar son la pura sabrosura para tu negocio.
Y si de ganarse unos pesitos extra se trata, ¡échale un ojo a la plataforma de MTCenter! Ahí puedes vender recargas, servicios y hasta SIMs del bienestar. Todo desde tu changarro. ¡Pura ganancia, mi gente!
¡Y como diría Cantinflas… ahí está el detalle! 😉
